Junto a nuestro rostro, las manos son una de las zonas del cuerpo que más exponemos al aire libre. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con nuestra cara, donde ponemos todo el empeño para que luzca sana y radiante diariamente, la manos siempre solemos dejarlas en un segundo plano, ¿verdad? ¡Y no deberíamos! Son unas de las zonas donde la edad se hace más visible y, si no ponemos remedio a tiempo, las arrugas y las manchas no tardan en aparecer.

No solo se trata de llevar una manicura bonita y unas uñas perfectamente delineadas, las manos necesitan una serie de cuidados para evitar que envejezcan antes de tiempo. Y es que la piel de esta zona es extremadamente sensible y, si a eso le sumamos que está constantemente expuesta al sol, al frío, al calor, al agua... acaba delatando el paso del tiempo, en forma de arrugas, manchas, sequedad y deshidratación. ¿Qué debes hacer para ponerle freno? ¡Presta atención a los siguientes consejos!

Lávalas con agua fría

Sí, sabemos que el agua caliente es muy apetecible, especialmente en invierno. Y que adoramos meter nuestras manos bajo un chorro de agua calentita cuando lavamos los platos o cuando queremos deshacernos de esa molesta sensación de manos frías cuando llegamos a casa después de haber estado horas en la calle. Pero, ¡cuidado!, el agua caliente reseca la piel en exceso y provoca deshidratación. En su lugar, intenta utilizar agua fría o, en su defecto, agua tibia. No solo mejorarás la apariencia de tus manos en cuestión de semanas sino que activarás la circulación sanguínea y reforzarás las células de esa zona. ¡Haz la prueba!

Hidrátalas y exfolia a menudo

Si hidratas tu cara y tu cuerpo todos los días, ¿por qué no haces lo mismo con tus manos? Son una de las grandes delatoras del paso del tiempo y los efectos de los agentes externos, como el frío, le pasan especial factura. Así que, ¡ya estás tardando en aliarte con una crema específica de manos! Aplícatela dos veces al día, una por la mañana y otra antes de acostarte para evitar que se deshidraten y aparezcan las molestas grietas o heridas. Eso sí, si tus manos se resecan con frecuencia, te aconsejamos que metas la crema en el bolso y te la apliques todas las veces que sea necesario.

Exfolia una vez a la semana

Al igual que ocurre con la hidratación, la exfoliación es uno de los rituales clave para lucir unas manos suaves, limpias y bonitas. Por esta razón, hazte de un buen exfoliante que consiga eliminar las células muertas de la piel y contribuya a activar la circulación. Pero, ¡ojo!, como ya sabes que la piel de las manos es extremadamente sensible lo mejor es que lleves a cabo el proceso en húmedo y mezcles el exfoliante con agua. Aplícate el producto suavemente, en movimientos circulares y, para finalizar, sécate con una toalla de raso dando pequeños toquecitos. En cuanto a la frecuencia, con una vez a la semana será suficiente para aliviar la sensación de tirantez o aspereza.

Utiliza cremas con factor de protección solar.

Las manchas no nos gustan. No nos gustan NADA. Envejecen, afean la piel, son difíciles de eliminar…Y, precisamente, donde suelen aparecer primero es en las manos, al ser éstas tan sensibles. Vaya panorama, ¿verdad? Pero, tranquila, que no cunda el pánico. Aunque contra la edad es difícil luchar, sí que puedes echar mano de un SFP para que retrase lo máximo posible la aparición de manchas o arrugas en las manos. Por supuesto, no solo en verano o cuando vayas a la piscina o a la playa. Los rayos de sol son peligrosos durante todo el año por lo que deberá ser tu próximo ‘must’, si es que no lo era ya antes.

Cuida tus uñas

Si quieres lucir unas manos bonitas jamás de los jamases podrás pasar por alto el cuidado de tus uñas. Además de hacerte la manicura a menudo, deberás cuidar tu alimentación ya que la falta de nutrientes puede ser responsable de la aparición de las famosas manchitas de color blanco y de que se rompan con facilidad. Por ello, no olvides incluir en tu dieta frutas, verduras, legumbres, cereales, aceites o frutos secos. Una manicura perfecta, un tono favorecedor de pintauñas y ¡voilá! …manos perfectas.