El frío, el humo y las calefacciones propias del invierno dejan la piel reseca y deslucida así que no vamos a negarlo, necesitamos una puesta a punto de cara a los meses primaverales. Además, la sequedad, la irritación y los picores propios de esta época pueden jugarnos una mala pasada si no ponemos remedio a tiempo. Toca ponerse manos a la obra con esta rutina que te dejamos y que sin duda hará que el paso a los vestiditos y a la manga corta sea más llevadero.

Exfolia una vez por semana

En invierno producimos tal cantidad de células muertas que es imposible deshacerse de ellas naturalmente (los expertos calculan que pueden llegar hasta 30.000). Por eso, hay que ponerse manos a la obra y apostar por un buen exfoliante que estimule la renovación celular, elimine las moléculas muertas y deje tu piel mucho más suave. ¿Cómo hacerlo? Muy sencillo. Intenta utilizar un exfoliante facial suave o casero que repare tu rostro y le aporte esa dosis extra de nutrientes que tanto necesita. Y, por supuesto, ¡no te olvides del cuerpo!

Hidratación por fuera…y por dentro

No podía faltar en esta lista. La crema hidratante es el must have de cualquier época del año y más si cabe en primavera, ya que nuestra dermis tiende a producir más sebo. Nutre, repara y humedece la piel llegando a penetrar en las capas inferiores, tejidos y moléculas. Sin embargo, atenta, porque no podemos utilizar los mismos productos todo el año si queremos conseguir el máximo beneficio. Mientras que en invierno, lo recomendable es utilizar cremas densas, en primavera lo mejor es optar por cosméticos más ligeros.

Y, al igual que nos ayudamos de la crema hidratante para cuidar nuestra piel por fuera, también es sumamente importante protegerla desde el interior. Aquí, beber dos litros de agua diarios y llevar una dieta sana y equilibrada serán fundamentales no solo para tu rostro sino también para ir cogiendo una estupenda forma de cara a la ‘operación bikini’.

Protégete del sol

Con la llegada del buen tiempo nos apetece salir y hacer planes al sol. Eso sí, no te olvides en ningún momento de la crema solar puesto que el astro rey puede jugarte una mala pasada antes incluso de que llegue el verano. Así que protégete utilizando un SFP de 30 o más para evitar irritaciones, sequedad u otro tipo de problemas y empieza a coger ese tono bronceado que tanto nos encanta.