Pekín, Tokio, Hong Kong, París, Nueva York: ¿qué tienen en común todas estas ciudades? La contaminación. Afecta a la salud y a la piel de las personas de todo el mundo y es la primera preocupación en términos de belleza de las mujeres asiáticas. Según Google Trends, en 2015, sólo en China, se realizaron más de 400.000 búsquedas relacionadas con la "contaminación de la piel" ¿De dónde procede esa contaminación y qué se puede hacer para proteger la piel de sus ataques?

Enemigo nº 1: la contaminación atmosférica

La contaminación del aire es una de las principales causas del envejecimiento prematuro. Hay dos tipos de contaminantes: el ozono superficial (también conocido como O3) y el PM2.5 (material particulado). Ambos provocan la aparición de radicales libres en el cuerpo y reducen los niveles de colágeno en la piel. Sin embargo, las partículas PM2.5 suponen la mayor amenaza, debido a su tamaño, 20 veces más pequeño que el de los poros humanos. Esto les permite penetrar en la piel fácilmente, haciéndola más propensa a que las líneas de expresión y las arrugas vayan apareciendo rápidamente.

En los últimos cinco años los niveles de contaminación atmosférica han aumentado a escala global en un 8%, lo que significa que estamos constantemente expuestas a ella sin importar lo que estemos haciendo: corriendo por un parque, con las amigas tomando un café al aire libre o en una cafetería, de compras…

Nuestra adicción a la tecnología está contribuyendo a la contaminación digital

De acuerdo con un informe reciente, más de la mitad de la población mundial tiene acceso a Internet. La zona Asia-Pacífico es una de las regiones de mayor crecimiento, con el 70% del aumento total en usuarios de Internet, el 62% en usuarios de redes sociales y el 64% en redes sociales móviles.

Cada vez tenemos mayor dependencia de la tecnología (la mayoría de la gente echa un vistazo a sus teléfonos móviles unas 150 veces al día), lo que está provocando la aparición de una "contaminación digital" y la exposición de nuestra piel a la nociva luz azul de los dispositivos. Si tu piel no está protegida por los productos adecuados, la luz azul, al igual que la contaminación atmosférica por PM2.5, puede penetrar bajo la piel y hacer que los niveles de colágeno y elasticidad desciendan rápidamente.

Cómo proteger tu piel de la contaminación

La genética es importante pero si no has sido bendecida con un cutis todo terreno, empieza con una buena alimentación. La mejor manera de proteger la piel frente a la contaminación es tomar alimentos ricos en antioxidantes como los pimientos, los arándanos o las uvas. La vitamina C también es una buena aliada, tanto ingerida como en productos cosméticos aunque recuerda que siempre con protección solar para que no te aparezcan manchas. Otra opción son los productos que protegen directamente contra los efectos de la contaminación como la línea de Skin Oxygen de Biotherm que cuentan entre sus ingredientes con Chlorella, un alga que elimina las toxinas de la piel, favorece que ésta pueda respirar de nuevo y que mejora el sistema de defensa celular de la piel en un 142%.

Y aunque la genética ayude, el 80% de los signos de envejecimiento es un reflejo de cómo vivimos. Dale a tu piel los medios necesarios para luchar contra los efectos de la contaminación para poder seguir con tu ritmo de vida, sobre todo, si vives en alguna gran ciudad.