A la hora de mantener nuestro rostro limpio, ya sea para eliminar el maquillaje o nada más levantarnos, no existe el ritual perfecto. De acuerdo. Hay trucos que son igual de eficaces para limpiar y refrescar nuestra piel, pero en el fondo, nadie se lava la cara de la misma forma, ni tiene los mismos hábitos, ni usa los mismos productos.

Hay quienes prefieren usar productos que no precisan de agua, muchas veces por rapidez y comodidad. Y otras, en cambio, les resulta más efectivo utilizar limpiadores que necesitan el agua, por la sensación de máxima limpieza. Pero, ¿es un método mejor que el otro? La respuesta es NO, y la razón es muy simple: depende del tipo de piel que tengas. Te contamos qué productos van mejor contigo y por qué.

Limpiadores sin agua: lo mejor para pieles sensibles

Si tienes la piel sensible y, sobre todo, vives en una zona con agua dura, lavarse la cara con agua del grifo puede irritarla y con el tiempo debilitar la barrera protectora de la piel. En estos casos, el agua micelar es la mejor solución porque es muy suave y no afecta a los aceites naturales de la piel.

Cómo utilizarlo: Humedece un disco de algodón con agua micelar y empieza a limpiar tu cara, cuello y escote. Repite el proceso hasta que el algodón se ensucie. A continuación aplícate una crema facial para pieles sensibles, como Life Plankton ™ Sensitive Emulsion para reducir el enrojecimiento y proporcionar a tu piel una buena dosis de hidratación.

Cuál elegir: Hay muchos tipos de agua micelar que pueden servirte, aunque no todos pueden catalogarse como un producto 3-en-1. Son esos los que realmente necesitas, que limpien, desmaquillen y, a la vez, equilibren el pH de tu piel, como Eau Micellaire Biosource. Pero también existen leches limpiadoras que no necesitan agua para su aclarado, como la crema Biosource Lait Démaquillant, que se elimina con un tónico y deja la piel, suave, perfumada y ligera.

Limpiadores que se eliminan con agua: para piel normal o grasa

Si tienes la piel grasa o vives en una ciudad con mucha contaminación, te aconsejamos que sigas una rutina de limpieza en dos pasos y uses un limpiador que se elimine con agua. Si limpias bien tu piel cada noche acabarás incluso con las partículas de contaminación más pequeñas.

Cómo utilizarlo: Aplícate un poco de limpiador y masajéate la piel con movimientos circulares. Aclárate con agua y a continuación aplícate un poco de tónico.

Cuál elegir: Al igual que los limpiadores sin agua, hay muchos productos que pueden limpiar eficazmente tu rostro, pero pocos los que acaben con las impurezas de la contaminación. ¿Nuestros favoritos? El aceite Biosource Total Renew Oil, un limpiador en espuma que elimina -en un solo paso- el maquillaje y el 73% de las partículas de PM2.5 (partículas contaminantes en suspensión); y el bálsamo Biosource Total Renew Balm. Este limpiador deja tu rostro como recién salido de un spa. Su textura es toda una experiencia sensorial: comienza como un bálsamo, se convierte en aceite cuando entra en contacto con el agua, y por último, se transforma en una leche reconfortante a medida que lo masajeas por tu rostro.