Nos encantan los meses de verano. Estamos todo el año deseando que lleguen para disfrutar de la playa, la piscina, el sol, el chiringuito, los vestidos cortos, las sandalias… Vale, ya paramos. Pero si no cuidamos nuestra piel como es debido puede que todos esos placeres terrenales que tanto ansiamos desaparezcan de nuestros objetivos veraniegos. Deshidratación, irritaciones, manchas, quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, son algunos de los síntomas que podemos sufrir en verano por culpa de nuestros malos hábitos y del efecto de ciertos agentes externos. Y como dice el dicho que es "mejor prevenir que curar", te traemos unos consejos para combatir las causas que dañan nuestra piel. Y no te quedes sin verano.

1. Aire acondicionado

Ir al trabajo cada día en transporte público implica calor sofocante, sudores incómodos, y poco espacio para respirar. El único consuelo que tenemos es que pronto llegamos a nuestro cubito de hielo que se llama oficina. Pero al igual que la calefacción en invierno, el aire acondicionado reduce la humedad del ambiente, por lo que las células cutáneas se desecan y dejan la piel más expuesta a otros agentes dañinos. De hecho, el 70% de estas células están hechas de agua, así que son un blanco fácil para el aire acondicionado, ¿no crees?

Para frenar estos síntomas, no olvides de aplicarte cada mañana una crema hidratante intensa, como Aquasource Gel de Biotherm, que gracias a su fórmula, refuerza e hidrata la piel durante 48 horas.

2. Cloro

No hay mejor deporte para practicar en verano que la natación. Tonificas todo el cuerpo y además te refrescas del intenso calor. Pero por si no lo sabías, el cloro puede eliminar la barrera protectora de la piel dejando la puerta abierta a otras sustancias dañinas para que lleguen a las capas más profundas de la piel. ¿Las consecuencias? Irritación y deshidratación. Y es en lo último en que queremos pensar después del esfuerzo que hemos hecho.

Pero tranquila, no queremos que este motivo te impida disfrutar de la piscina este verano. Puedes frenar estos síntomas aplicándote una crema hidratante después de la natación. Reforzarás la piel impidiendo que se rompa la barrera protectora. Y si no sabes cuál puede irte mejor, te recomendamos el Tratamiento Corporal Alisador Skin Fitness, porque además de hidratar, suaviza y tonifica la piel.

3. Bronceado

Estamos deseando que llegue el verano para ponernos morenas, pero demasiada exposición a los rayos UV puede dañar seriamente la piel, deshidratándola y haciéndola más susceptible a manchas y arrugas prematuras. Sin una buena protección, el sol puede dañar gravemente las células cutáneas, el colágeno y la elastina que mantienen la piel tersa, suave y luminosa. Así que después de tomar el sol, aunque no te hayas quemado, aplícate una leche solar hidratante, como Lait Solaire Hydrant de Biotherm, para garantizar una doble protección gracias a las propiedades regenerativas del Life Plankton.

Por cierto, nunca caemos en la cuenta de esta parte de nuestro cuerpo, pero los labios son la zona más sensible que exponemos al sol en verano, así que no te olvides de ellos y préstales más atención. Utiliza una vaselina que no sea pastosa ni deje grumos, como Beurre de Lèvres, después de un día en la piscina o la playa.

4. Agua

O mejor dicho la ausencia de ella. Es tan esencial beber agua para reponer fluidos en nuestro cuerpo, sobre todo en verano, que resulta innecesario ponerlo en esta lista. Pero tenemos que hacerlo porque hay mucha gente que aún no se da cuenta de lo importante que es beber, según los expertos, entre 8 y 12 vasos de agua diarios, sobre todo en olas de calor. Aunque si no eres muy fan del H2O, puedes suplir su ausencia con un delicioso zumo détox para mantener la piel hidratada. Te proponemos esta receta: mezcla un tallo de apio, 30 gr de pepino, 5 fresas y un poco de agua de coco. Ya solo te queda disfrutar.