Seguro que en más de una ocasión has escuchado eso de que la cara es el espejo del alma. Y como todos los dichos del refranero español, casi nunca falla. Nuestros estados de ánimo no solo se reflejan en el carácter, también lo hacen en la piel. Pero mientras que la tristeza y la ira afectan de una forma negativa a nuestro rostro, dando lugar a la aparición de impurezas y arrugas, la felicidad tiene el efecto totalmente contrario: te hace más joven, además de que te ayuda a sentirte mejor contigo misma. Sigue leyendo para conocer todo lo que ser feliz puede aportar a tu piel. ¡Alucinarás!

Aumenta los niveles de colágeno

El colágeno es una proteína producida por nuestro propio organismo y que es indispensable para la elasticidad de los tejidos y su regeneración así como para presentar una piel lisa, tersa y sin rastro de arrugas. Sin embargo, a partir de los 25 años de edad los niveles de colágeno y de ácido hialurónico, otra de las sustancias naturales que permite luchar contra el envejecimiento, comienzan a disminuir en nuestro cuerpo siendo necesario echar mano de productos específicos para frenar la aparición de los primeros signos de envejecimiento. Pero no solo las cremas hidratantes retrasarán las patas de gallo y la flacidez. La felicidad ayuda a hidratar la piel, proporcionándole los nutrientes que necesita y evitando, por tanto, la aparición de ojeras, arrugas, acné, urticaria y… ¡celulitis! Ahí es nada. ¿Lo mejor de todo? Que en tus manos está buscar siempre la parte positiva a tu día, por muy difícil que se avecine. No lo olvides, ¡sé feliz y disfruta de la vida!

Reduce el estrés

De todas es sabido que el estrés es uno de los peores enemigos para la piel. Deshidratación, acné o incluso la aparición de arrugas son algunas de las consecuencias de pasar por periodos prolongados de ansiedad. Además de la meditación y el ejercicio físico, la risa se presenta como la mejor receta para combatir esas preocupaciones que tanto nos afectan en nuestro día a día. Al liberar endorfinas se reducen los niveles de cortisol, la hormona que provoca el estrés, y se consigue liberar tensiones. Por eso te aconsejamos que, a pesar de tus intensas jornadas laborales, intentes sacar al menos media hora al día para desconectar de los problemas y las preocupaciones. No solo se verá reflejado en una piel mucho más joven y luminosa sino que te hará sentir ¡de maravilla!

Desconecta del trabajo, de las preocupaciones y del resto de obligaciones. Aunque sea difícil, a la larga te acabará beneficiando.

Adiós al insomnio

¿Te cuesta dormir por las noches? ¿Te levantas más cansada que cuando te vas a la cama? Si este es tu caso, no hace falta que recurras ni a pastillas ni a ningún otro remedio artificial para que te ayude a conciliar el sueño. La solución a tu problema puede ser más sencillo de lo que esperas y lo mejor de todo es que está al alcance de tu mano: reír varios minutos al día. Y es que se ha comprobado científicamente que cuando pasamos por períodos de ansiedad, estrés, tristeza o depresión nos cuesta dormir, además de que el sueño es de peor calidad. Intenta hacer siempre actividades que te diviertan. Hacer deporte, ver una película, ir a merendar con una amiga… cualquier afición es válida si de lo que se trata es de pasar un rato agradable. No esperes más y ¡sal a divertirte!