Mi relación ha cambiado, entiendo que no somos los mismos que hace veinte años pero ¿cómo saber si los cambios que hay son los normales en una relación?

Sin ninguna duda, tal y como mencionas, los seres humanos estamos en constante proceso de cambio. Cambia nuestro físico pero también nuestras necesidades, nuestras prioridades, nuestros deseos, nuestra libido, nuestros sueños e incluso a veces algunas de nuestras creencias y valores.

Por ello, si estamos en una relación, estos cambios afectarán a la otra persona y al propio vínculo. La relación es como un sistema de engranaje. Puede que funcione bien pero si en él implementas un cambio, para que siga funcionando, todo el sistema tendrá que reajustarse y adaptarse a ese cambio. Si no lo hace, el sistema se romperá.

Las relaciones están vivas porque nosotros, quienes las formamos, también estamos vivos. Y que estemos vivos significa que nos vamos transformando. Cuando logramos que nuestro vínculo siga unido durante muchos años, es porque vamos transitando diferentes etapas claramente diferenciadas unas de otras. Es importante que las conozcamos, para así poder identificarlas y tener claro si lo que vivimos es un indicador de que vamos bien o si tenemos que modificar algo para seguir fluyendo de forma correcta hacia la siguiente etapa.

Las etapas de una relación de pareja sana

1) Enamoramiento

Etapa inicial en la mayoría de relaciones, con un ingrediente clave: la locura transitoria. De repente todo nuestro mundo pasa a un segundo término y todo gira en torno a la persona de la que nos hemos enamorado.

2) Relación/vinculación

Se suele dar a partir del año cuando, pasado el enamoramiento, todo va volviendo a la calma. Volvemos a ser tú y yo, recuperamos de nuevo nuestra individualidad, nuestros espacios personales y nos vamos sintiendo más seguros y tranquilos dentro de la relación.

Somos capaces de ver a la otra persona tal y como es, con sus virtudes y sus defectos ya que siempre habrá cosas que no nos gusten tanto en el otro. Lo importante es sentir que nos aceptamos siendo así y que no necesitamos que cambie nada. Nos sentimos cada vez más compañeros, confidentes y mejores amigos.

3) Convivencia

Esta etapa es muy importante porque es al convivir, cuando tienes la oportunidad de conocer bien a la otra persona. Es cuando más rápido te haces una idea de quién es, cómo es, cuáles son sus manías, sus costumbres, sus necesidades y sus miedos. Si convives, descubres mucho antes quién tienes al lado.

Tenemos que decidir cosas importantes: cómo distribuimos el espacio de cada uno, cómo nos organizamos, cómo lo mantenemos en buen estado, cómo son nuestros momentos de descanso… y la otra persona descubre cosas como nuestro humor al despertar y la forma en la que gestionamos los problemas y contratiempos.

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4) Autoafirmación

Si logramos encontrar un equilibrio placentero en la convivencia, aparece la etapa de autoafirmación. Tras los primeros tres o cuatro años de relación, es frecuente que aparezca la necesidad de autoafirmarnos, es decir, de llevar a cabo determinados intereses personales que no tienen porqué coincidir con los de la otra persona. Quedar más con amigos, practicar un deporte con alguien más o en soledad, ir a cenar con amigas de vez en cuando, ir de compras, asistir a charlas filosóficas o seminarios de física nuclear. Lo importante es que ninguno de los dos sienta que carece de espacio para ello ya que, de ser así, se irá sintiendo cada vez peor y con menos ganas de estar allí.

La finalidad de esta etapa es la de permitirnos madurar individualmente para así sentirnos más completos y seguros de nosotros mismos, al tiempo que aportamos este crecimiento a la relación de pareja y ayudamos a que esta siga madurando.

5) Colaboración

Si superamos la etapa anterior, aquí experimentamos una fase de reencuentro con el otro, aparecen nuevos proyectos en común que nos apetece compartir, planificamos y proyectamos objetivos y metas que nos ilusionan a ambos. Nos volvemos a sentir vivos juntos y volvemos a vibrar en la relación.

6) Adaptación

Si hemos superado las etapas anteriores, significa que nuestra relación tiene una base sólida y que, en principio, estamos preparados para hacer frente y soportar los golpes que nos depare la vida de ahí en adelante.