Hace exactamente 50 años, el hombre dio ese pequeño gran paso para la humanidad: la nave 'Apolo XI' llegó el 20 de julio de 1969 a la Luna y, un día después, Neil Armstrong fue la primera persona que caminó sobre la superficie lunar, en uno de los grandes hitos de la historia espacial mundial.

Hicieron falta 75 horas de viaje para recorrer 1.764 millones de kilómetros, una nave de 3.000 toneladas de peso y el esfuerzo de las 400.000 personas que participaron en el proyecto Apolo para pisar el satélite vecino, pero para emular este grandioso momento no es necesario que te pongas el traje de astronauta ni que te dispongas a construir tu propio cohete.

En colaboración con Rumbo.es, te presentamos 9 destinos verdaderamente lunares, maravillosos paisajes lunares sin salir de la Tierra, donde el silencio, las formas kársticas, los cañones te harán pensar que has emprendido tu primer 'viaje espacial'.

Valle de la luna (Desierto de Atacama, Chile)

Valle de la Luna al atardecer, desierto de Atacama
Onfokus

La región más seca del planeta merece como nadie un sitio en el universo. El Valle de la Luna, en el desierto de Atacama de Chile, es uno de los reflejos más fieles de la superficie lunar en la Tierra: tiene tanto tierras altas como planicies llenas de rocas, agujeros y explanadas rocosas. Grandes expediciones se realizan cada año en este desierto y muchos turistas llegan para excursiones en las que se puede apreciar una puesta de sol impresionante, que sólo puede ofrecer este extremo meridional del mundo. El desierto de Atacama, de 1.000 km2 de superficie, es además uno de los mejores lugares para ver estrellas.

Salar de Uyuni (Bolivia)

Bolivia - Salar de Uyuni al atardecer
Sergio Pessolano

La luna está llena de misterios, pero sin duda lo que más despierta curiosidad es el tema de los mares lunares. El Salar de Uyuni, en el sur de Bolivia, es actualmente el salar más grande del mundo y se puede decir que es la mejor versión terrenal del Mar de la Tranquilidad, donde el 20 de julio de 1969 descendió el Apolo 11. Es una estampa de la luna con colores de la tierra. Además, en esta zona boliviana se pueden encontrar lagunas y aguas termales para unos días de total desconexión. En épocas de lluvia se puede disfrutar del llamado “efecto espejo” para unas fotografías de lujo. Se extiende 12.000 km2 sin apenas obstáculos a la vista. En la estación seca (de mayo a agosto), la sal tiene un aspecto costroso; en la húmeda (diciembre a abril), la superficie tiene una fina capa húmeda que emula a un espejo.

Wadi Rum (Jordania)

Wadi Rum, Jordania, elle.es
Jamie Friedland

Wadi Rum en Jordania ha sustituido a Marte en más de una película taquillera. También fue muy conocido por ser el lugar de filmación del planeta ficticio Jedha en las películas de la Guerra de las Galaxias. También atrae a turistas de aventura, deseosos de hacer senderismo, escalar sus montañas de arenisca, montar camellos o caballos árabes, o acampar bajo sus vastos cielos llenos de estrellas. Fue el desierto que atravesó Lawrence de Arabia entre 1916 y 1918 y sobre el que escribió su libro 'Los siete pilares de la sabiduría', en el que recogía la belleza de los acantilados de arenisca y de las dunas de impresionantes colores.

Capadocia (Turquía)

Valle de las palomas, uchisar, capadocia elle.es
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Las tierras altas de la luna se pueden ver perfectamente representadas en Capadocia, en la histórica de Anatolia Central de Turquía. Le dicen las “chimeneas de hadas” y su suave roca es el resultado de siglos de erupciones volcánicas megalíticas, viento y lluvia. Hay quienes la recorren en globo para poder apreciar la inmensidad de este Patrimonio de la Humanidad. Otros recorren andando, al estilo Buzz Aldrin, la zona del valle de Göreme. Pero ¡cuidado! Saltar no es muy recomendable en esta zona. Un viaje a la Capadocia no tiene que obviar los frescos bizantinos de las iglesias excavadas en la piedra y las laberínticas ciudades subterráneas.

Fuerteventura

Puesta de sol sobre un paisaje de Fuerteventura, islas Canarias, elle.es
rusm//Getty Images

Cuando llegues a esta isla canaria, te sorprenderá y te quitará el aliento. Es completamente agreste, de clima pegajoso, con el impresionante viento que la bautizó. Pero la isla, todavía no reventada por el turismo, es de una belleza impresionante. Las montañas y volcanes de Fuerteventura ofrecen la posibilidad de un recorrido fascinante. Ese contraste de zonas creadas por lava, montañas y planicies secas o de tierra blanca es una alegoría a ese juego de zonas altas y claras (terrae) y bajas oscuras (maria) que hay en la luna. En las Peñitas, arco de Las Peñitas y en la Cumbre del Tindaya, son dos lugares donde vivir la aventura interplanetaria.

Azores (Portugal)

Paisaje panorámico de las lagunas de Sao Miguel, Azores, elle.es
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Las Azores ofrece un paisaje paradisíaco de lo que podría ser en nuestro imaginario uno de los enormes agujeros lunares que se han descubierto hasta el momento. Todo esto es a la actividad de sus más de 1.500 volcanes que, durante años, tuvieron una intensa actividad dando lugar a una montaña rusa natural de elevaciones que se enredan entre mares y planicies; una experiencia similar a la que vivió la luna, según dicen los científicos. Allí, en el archipiélago portugués, las vacaciones, son de otro mundo. Los cráteres son uno de los más bellos paisajes del archipiélago; el de la imagen, totalmente lunar, pertenece a la isla de São Miguel.

Desierto de Black Rock (Nevada, Estados Unidos)

desierto Black Rock nevada elle.es
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Cuando se trata de lugares que se parecen a la Luna, es difícil imaginar algo que pueda estar más cerca que las playas y los lechos de lava del desierto de Black Rock en Nevada. Esta remota región es mejor conocida por el evento anual de la comunidad Burning Man, que se centra tanto en la autoexpresión artística como en la quema de una gran efigie de madera. En otras épocas del año, las aparentemente interminables extensiones vacías del desierto se prestan para eventos de carreras de velocidad en tierra. Antaño, los emigrantes y buscadores de oro utilizaron Black Rock como un camino más benigno entre California y Oregón por su fuente termal y sus praderas con algo de hierbas.

Desierto blanco (Egipto)

Desierto blanco, oasis Farafra, egipto elle.es
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Si hay algo que es imposible no disfrutar es el color de la luna. Poemas y canciones se han inspirado en esa tonalidad. Por eso es inevitable comparar el Desierto Blanco de Egipto con el natural satélite de la tierra. Su aspecto rocoso blanquecino da un aspecto de paisaje extraterrestre que sorprende a más de uno. Lo más excitante, y lo que pone el punto terrenal, es la fauna tan pintoresca que se puede ver en una excursión: desde zorros hasta diversos tipos de gacelas. Una aventura que, los más enigmáticos, seguramente querrán disfrutar de noche.

Mauna Kea (Hawái)

Mauna Kea Hawai elle.es
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La montaña más alta del mundo no está en el Himalaya, sino en Hawai. La mayor parte del volcán Mauna Kea se encuentra bajo el Pacífico, pero casi 14 000 pies (4200 m) de esta formación se elevan por sobre el nivel del mar. El volcán inactivo ofrece excelentes y agotadoras caminatas. Pasará por un lago alpino y muchos conos de ceniza roja antes de llegar finalmente a la zona nevada de la cima, para contemplar las nubes muy por debajo.