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Estrasburgo, situada al noroeste de Francia, justo en la frontera con Alemania y a pocos kilómetros de Stuttgart, es una de las ciudades más hermosas del país vecino. Capital de la región del Gran Este y sede formal del parlamento europeo, su arquitectura y urbanismo combina a la perfección lo mejor de Francia y lo mejor de Alemania. Pero cuando se vuelve más especial es, sin duda, en Navidad.
Cuenta con el mercadillo navideño más famoso y uno de los más antiguos de Europa, que comenzó a celebrarse en 1570. Pero la Navidad en Estrasburgo no es solo su mercadillo: el ambiente de la ciudad es increíble para una escapada en diciembre. La ciudad se esmera en decorar las fachadas y las calles, los escaparates están preciosos, en las iglesias se cantan villancicos a todas horas y el aire trae olores de nuestra infancia: azúcar, especias, canela.
Estrasburgo ha sido considerada tradicionalmente la 'capital europea de la Navidad' y cuando llegas allí entiendes por qué: se dejan la piel en adornar con luces y decoraciones las calles, las casas, las ventanas y los balcones, cada año más completo y barroco que el anterior. En la plaza Kléber, se erige el icónico árbol de Navidad de 30 metros de alto.
En Navidad, en Estrasburgo, se suelen abrir hasta 12 mercadillos -todos ellos en la zona antigua de la ciudad, que se encuentra en una isla-, pero el más icónico de todos es el Chrìstkìndelsmärik, algo así como 'mercadillo del pequeño Niño Jesús' en dialecto alsaciano. Como hemos mencionado antes, lleva celebrándose más de 450 años en la ciudad en diferentes emplazamientos hasta que en 1871 se instaló definitivamente en la plaza Broglie.
En cuanto pasas por el famoso arco de entrada donde pone el nombre del mercadillo, olerás a muchos de los sabores de la Alsacia: chucrut, tartas flambeadas y otras especialidades. Con sus 300 casetas de madera que presentan el trabajo de comerciantes y artesanos, es uno de los mejores lugares para encontrar adornos para el árbol y la mesa de las cenas de Navidad.
En este mercadillo no solo hay adornos navideños, sino también joyas, obras de arte, accesorios y muchas opciones para comer y beber: vino caliente de Alsacia (tinto o blanco), sidra y chocolate caliente, además de puestos de cerveza artesanal. Prueba las 'bredele', galletas tradicionales de Alsacia, de las que también encontrarás diversas casetas.
El mercadillo navideño de Estrasburgo está abierto hasta el 24 de diciembre inclusive en horario aproximado de 11 a 20 h. Hay vuelos diarios a Estrasburgo desde Madrid y Barcelona; otra opción para llegar a la ciudad es volar hasta París y, desde allí, coger el tren (u otro avión) hasta Estrasburgo. No hay excusa para no viajar, está bien comunicado.
