Uno de los capítulos más memorables de ‘Keeping up with the Kardashian’ es aquel en el que en 2012, Kim Kardashian comienza el episodio explicando que su entonces novio, Kanye West, y la estilista Releleu Padora, iban a darle un giro a su armario. El rapero no se encargó únicamente de deshacerse de todas las prendas y accesorios que no encajaban en su imagen de “novia perfecta”, sino que a cambio, sustituyó los diseños que recibieron su aprobación por otros que él consideraba oportunos. También se encargó de que los looks nuevos fueran ajustados a las partes del cuerpo de Kim que él quería enfatizar. El mensaje es tan claro como preocupante: la pareja ideal no existe, pero puedes construirla. Ahora viene otro giro igualmente 'creepy': Kanye le explicó a Kim ante las cámaras que su objetivo era que pasara a formar parte de los listados de las mejor vestidas, algo que por aquel entonces, era ciertamente impensable. Mira, esta es la nueva Kim. ¿Qué te parece?”, le preguntaba West a su chica, cuya mirada estaba muy ocupada intentando reconocerse en el reflejo de su propia imagen. Aunque es indudable que la labor de esta versión deluxe de ‘Tu estilo a juicio’ dio sus frutos, pues Kim ha sido recientemente reconocida como Icono de Estilo People's Choice Awards, donde le ha agradecido a Kanye su papel a la hora de hacer de ella una de las mujeres más estilosas del planeta, no cabe duda de que la operación en la que un hombre maneja al antojo el armario de su pareja, y con él la forma en la que se expresa, no deja de ser polémica.

kanye west viste a sus novias
Marc Piasecki//Getty Images
Kim Kardashian vestida de Balenciaga junto a Kanye

"No me ofendí cuando se metió con mi estilo. Él quería enseñarme”. Kim Kardashian

“Siempre había pensado que era muy estilosa, hasta que conocí a Kanye y me dijo que mi estilo era un desastre”, explicó Kim explicó en la charla de ‘Business of Fashion’ celebrada en California. “Llenó mi armario con muchísima ropa de diseñadores de los que nunca había oído hablar, como Lanvin y Givenchy. Yo quería aprender, por lo que no me ofendí cuando se metió con mi estilo. Él quería enseñarme”, declaró.

Si a estas alturas te has echado las manos a la cabeza, tranquila: si no estuviéramos tecleando, habríamos hecho lo mismo, pero cuando en 2019 Kim Kardashian rompió internet en la gala MET enfundada en un impresionante diseño 'custom made' de Mugler, se rebeló contra la tiranía de su marido. Kanye le comentó poco antes de la gran noche que no se sentía cómodo con la idea de que su look fuera tan sensual. “Siento que antes era un rapero al que le gustaba que su mujer presumiera de su silueta, y no me estaba dando cuenta de cuánto me estaba afectando como marido y como padre. El corsé es una pieza de lencería, y es sexy, de acuerdo, pero… ¿Sexy para quién?”. Y fue entonces cuando Kim le dio una respuesta icónica. “Hiciste de una persona sexy con confianza en sí misma. Ahora estás inmerso en tu propia transformación, pero tienes que saber que tu cambio no quiere decir que yo esté en el mismo lugar en el que tú estás”. Tras el aplauso lento que nuestra mente está dando, aclaramos que como bien sabemos, Kim apareció con su traje de Thierry Mugler dejando bien claro que ni Kanye, ni absolutamente nadie, iba a volver a tomar las riendas ni de su armario, ni de su vida.

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Gotham//Getty Images
Julia Fox y Kanye West

Una operación en bucle

Ahora Kanye sale con Julia Fox, una actriz de la que es probable jamás hubieras oido hablar y que ahora aparece en los medios de todo el mundo junto a un titular muy concreto: "¿Quién es Julia Fox?". La respuesta es, para muchos, “la novia de”... La novia de Kanye, por supuesto, y no sabemos muy bien cómo, la segunda cita de la pareja se convirtió en una sesión de fotos para la revista 'Interview'. Lo preocupante no es solo que tu acompañante aparezca en la segunda cita con un fotógrafo del brazo, sino que lo haga con un montón de ropa dispuesto a repetir la operación Kardashian. Después de cenar, Kanye llenó de ropa de marca una suite de su hotel para Fox. "Es el sueño de toda mujer. Fue un momento Cenicienta. No sé cómo lo hizo ni cómo consiguió que toda la ropa llegara a tiempo, pero estaba tan sorprendida… ¿Quién hace algo así en una segunda cita? Bueno… ¿quién hace algo así en cualquier cita?”, se pregunta la actriz en la revista ‘Interview’. Si nos preguntaran a nosotras, por cierto, responderíamos que quien hace algo semejante es alguien peligrosamente dominante y controlador. Es curioso que hayan elegido una revista creada por Andy Warhol, que vivía su vida como si fuera un acto artístico, al igual que hace Kanye. Curioso también es que se acabe de anunciar la colaboración entre Yeezey/GAP/Balenciaga, esa que nos permitirá al resto de los mortales experimentar nuestro propio momento Cenicienta al acercar Balenciaga a nuestros armarios... Mejor una prenda de Balenciaga que una calabaza con fecha de caducidad, ¿no?

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David Crotty//Getty Images
Kim Kardashian y Kanye West

Para el rapero su vida sentimental forma también forma de su proyecto artístico

Resulta igualmente interesante que Kanye se encargue, tras el final de su papel en el reality de las Kardashian, de que su vida siga formando parte del imaginario global. Ahora Julia Fox viste de Balenciaga, la marca que se ha encargado de dar forma a la estética del disco de West, Donda, y que viste a Kim Kardashian en todo momento, una señal más de que ahora West controla también el armario de la actriz de ‘Uncut gems’. El rapero sabe que el voyeurismo forma parte de nuestras vidas, y también sabe bien que hemos llegado a un punto en el somos tan conscientes de que las celebridades dominan ahora su propia narrativa a la hora de contar sus historias, que nos pasamos el día intentando averiguar qué nos quieren decir los famosos con cada imagen y con cada look. Tendemos a pensar, al fin y al cabo, que sus vidas han sido moldeadas para nosotros. Como hemos señalado, para el rapero su vida sentimental forma también forma de su proyecto artístico, pero la cultura actual es tan misógina que cuando Taylor Swift hace lo mismo, se ríe de ella, mientras que a Kanye se le trata como a un dios.

Al elegir nuestros looks no llevamos a cabo únicamente una decisión en términos de moda

Lo preocupante de que el rapero siga eligiendo los looks de sus novias es que las moldea a su antojo (ya lo hizo con Amber Rose hace años), y teniendo en cuenta que hablamos de un personaje que los domingos organiza sus Sunday Services, en los que se convierte en una especie de pastor 3.0 que transforma un concierto en una experiencia religiosa (lo sentimos, Enrique Iglesias), no cabe duda de que Kanye cree que puede dominar a sus fans, a la cultura pop y por supuesto, a sus parejas. Una de las lecturas de la sesión de fotos para 'Interview' en la que Kanye viste a Fox (a la que por cierto, conoció el 31 de diciembre) bien podría ser: "¡Puedo crear otra Kim!".

La razón por la que el que Kanye juegue a la Cenicienta con sus parejas es preocupante es que al elegir nuestros looks no llevamos a cabo únicamente una decisión en términos de moda, sino que estamos asumiendo el control sobre nuestro cuerpo y la libertad para expresarnos. Si la moda genera un lenguaje con el que expresamos nuestra identidad, dejar que alguien nos diga cómo modular el lenguaje no hace más que despojarnos del control de los mensajes que mandamos y sobre todo, de quiénes somos.