A todas nos ha pasado alguna vez y no es un trago fácil, por no decir que cuando tu pareja no quiere tener relaciones sexuales contigo y no se trata sólo de una o dos veces, la cabeza se te dispara y te pones en lo peor. Y por no hablar del bajón de autoestima que supone no sentirte deseada. Pero no nos precipitemos, lo primero es descubrir por qué no tiene ganas de sexo y, lo segundo, poner soluciones a lo que nos encontremos, que no tiene por qué ser que ya no le atraes.

Para Valérie Tasso, sexóloga, escritora y embajadora de LELO, existen infinitas razones por las que alguien no tiene ganas de tener relaciones sexuales, “de la misma manera que cada pareja es un mundo”. Como subraya esta experta, “es absolutamente normal que haya periodos de ‘sequía sexual’ por parte de uno de los miembros de la pareja (y a veces, por parte de los dos)”. Así que ¡que no cunda el pánico!

¿Es un mito que ellos sean más sexuales?

Como dice Isabel Aranda, psicóloga sanitaria y chief content officer de TherapyChat, “los estudios más recientes muestran que no hay diferencias significativas entre ambos sexos y que la proactividad en las relaciones sexuales es más un tema cultural que biológico”.

Otra cosa, como añade, “son las expectativas sociales clásicas sobre el rol de los hombres y las mujeres, que les llevan a ellos a pensar que tienen que ser los proactivos en las relaciones sexuales, y a las mujeres, que son las reactivas”.

Por qué mi pareja no quiere relaciones sexuales conmigo: 6 posibles razones

Como apunta Isabel Aranda, “las relaciones sexuales son parte natural de la vida de las personas, pero no son obligatorias”. Como añade, “no todos los hombres tienen el mismo nivel de apetito sexual, al igual que las mujeres.

El problema, como apunta Valérie Tasso, “empieza cuando este periodo no mejora y se alarga sobre manera”. Las principales causas de falta de apetito sexual en alguno de los miembros de la pareja que señala esta sexóloga son:

  • La sociedad en la que vivimos nos pide trabajar cada vez más, en condiciones muy precarias, y las consecuencias pueden llegar a ser terribles en una pareja: cansancio, estrés, ansiedad (¿sabes cómo controlar la ansiedad?), altibajos en el ánimo, la depresión, etc. Aquí puede radicar el motivo por el que tu pareja no quiere tener relaciones sexuales contigo.
  • Tenemos que tener en cuenta que pasamos más tiempo en el trabajo que en casa. Y cuando no trabajamos, nuestro tiempo de ocio mengua porque preferimos descansar a encontrar momentos íntimos que, desgraciadamente, ya no suelen ser una prioridad.
  • La llegada de un bebé puede ser también una razón muy importante para que tu pareja no quiera mantener relaciones sexuales. De repente, una pareja de dos personas tiene que pensar por tres. Pasar del rol de “amante” al rol de “mamá” y/o “papá” es uno de los acontecimientos más difícil de gestionar y suele hacer estragos en las relaciones sexuales.
  • Una de las razones de peso por las que no reparan muchas parejas es que nuestros gustos sexuales van cambiando a lo largo de los años. Hasta aquí, todo bien. Es natural que así sea. El problema empieza cuando no lo comunicamos a nuestra pareja y/o que nuestra pareja no nos pregunte lo que nos gustaría y lo que no. Así que la mayoría de las personas suelen “dar por hecho” los gustos del otro. El “deducir”, “interpretar” al otro, “dar por hecho” son los grandes enemigos de una pareja. En resumen, no comunicar. Si yo quiero que mi pareja me haga determinadas cosas en el terreno sexual y no las hace, a la larga me cansaré y no tendré ganas de hacer el amor con ella. ¿Sabes lo que les gusta a ellos en la cama o cuáles son sus zonas erógenas y cómo estimularlas?
  • Otra explicación a que tu pareja no quiera relaciones sexuales contigo sería de tipo “fisiológico” o “psicológico”, como por ejemplo cambios hormonales, problemas en el control de la eyaculación, vaginismo, dispareunia, pérdida de apetito sexual debido a la ingesta de ciertos fármacos, cambios en nuestro físico, etc. Cuando es así, no nos vemos “merecedores/as” de vivir momentos íntimos y solemos entrar en un proceso “de evitación”.
  • Y por último, hay que tener en cuenta que si existen problemas en el vínculo de la pareja esto puede ser también un factor que provoque no querer mantener relaciones sexuales con ella. Los malentendidos, las constantes peleas, la falta de comunicación sincera o la monotonía nos alejan íntimamente de nuestra pareja y reducen el deseo sexual.

Isabel Aranda matiza un poquito más las causas fisiológicas: “Ciertas patologías, como déficits hormonales o el colesterol alto, la depresión, el estrés (¿sabes cuál es el hábito que reduce el estrés de forma más eficaz?) o los problemas de salud mental disminuyen el deseo sexual y pueden hacer que realmente la persona no tenga ningún interés en mantener relaciones sexuales”.

Como hemos visto, pueden ser múltiples las causas de que tu pareja no quiera tener relaciones sexuales contigo. Si ambos lo lleváis bien o asumís la situación como algo pasajero, no hay problema, pero si a alguno de los dos os causa sufrimiento, hay que hablarlo claramente y, si queréis solucionarlo, podéis buscar la ayuda de un psicólogo-sexólogo (aquí tienes un listado con los mejores sexólogos para mejorar vuestra relación de pareja).

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¿Que mi pareja no tenga ganas de tener relaciones sexuales conmigo significa que se ha desenamorado?

Como subraya Valérie Tasso, “no necesariamente, una cosa es el deseo y otra es el amor”. Como explica esta experta, “la gente suele mezclar ambos conceptos pero es totalmente erróneo; se puede amar y no desear, de la misma manera que se puede desear y no amar”. Enamoramiento, vinculación... ¿sabes realmente en qué etapa del amor estás con tu pareja?

Como añade Isabel Aranda, “las relaciones sexuales son un elemento sustancial de la relación de pareja, pero esto no significa que no puedan existir parejas en las que no haya relaciones sexuales y, aun así, sea una pareja adecuada para los miembros de la relación”.

Pero también está la otra cara de la moneda… “También es cierto que la falta de atracción hacia tu pareja puede indicar que el vínculo se ha roto pero curiosamente no suele ser la razón principal”, apunta Tasso. “Si la pareja no está rota, la atracción se puede reavivar, pero para ello hay que determinar cuál es el problema de raíz y acudir a un sexólogo para hacer una ‘radiografía’ de la pareja, añade.

Una opinión que suscribe la experta de TherapyChat, para quien “las relaciones sexuales son un elemento natural y esperable en las relaciones de pareja y, si no existen, merece la pena recurrir a un especialista que facilite, o bien integrar su inexistencia, o bien facilitar su existencia”. ¿Quieres descubrir cómo liberar vuestra energía sexual?

La experta de LELO aprovecha este punto para aclarar algo importante y que, según ella, se le escapa a muchas personas: “El sexo no es el pilar en el que se basa una relación, sino el amor, la comunicación, el respeto, los pactos establecidos por esta pareja”.

Cómo recuperar el deseo sexual en pareja

Para recuperar el apetito sexual en pareja, lo primero, como apunta Valérie Tasso, “es ser conscientes de que no querer tener relaciones íntimas con tu pareja es algo muy común, que no eres la única persona que ha pasado por ello y que se puede solucionar”. Para esta experta la clave es la comunicación en pareja: “Poder hablar abiertamente con tu pareja sobre qué ocurre es el primer paso para mejorar la situación. Y es importante hacerlo de manera asertiva, no presionar, ya que eso podría dificultar más la comunicación y alejarte de la posible solución.

En caso de no querer tener relaciones sexuales con tu pareja, Tasso también recomienda buscar y pedir ayuda a un profesional que valore y entienda la situación desde una perspectiva de experto, “de forma que pueda proponer un plan de acción personalizado (protocolo de terapia de pareja)”.

Si se trata de una cuestión de rutina o simplemente una época de libido baja, ¿cómo podemos ayudar a nuestra pareja a recuperar el deseo sexual? Como subraya la experta de LELO, “la rutina en la pareja no es en absoluto mala, la necesitamos todos; prefiero hablar de ‘monotonía’, que es más acorde a lo que suele suceder”.

“Como comentaba anteriormente, el primer paso siempre es sentarse a hablar sin tapujos y con total sinceridad y tranquilidad con tu pareja”, dice Tasso. “Y olvidarnos de reprochar al otro que las cosas no acaben de funcionar de manera armoniosa”, añade. Y es que, para esta experta, “reprochar es atacar al otro, culparle, y no suele conducir a nada más que a declararse en guerra”.

“Al margen de la ayuda terapéutica, que suele funcionar muy bien, siempre viene bien experimentar con cosas nuevas en consenso, como cumplir algunos deseos que tengáis o incorporar un juguete erótico para parejas (que solemos recomendar los sexólogos de la misma manera que los médicos prescriben fármacos)”, apunta la experta de LELO. “Además, pasar tiempo juntos de calidad (no necesariamente más tiempo pero sí tiempo valioso) y romper la monotonía os ayudará a volver a estrechar vuestro vínculo”, añade.

Como recalca Tasso, “los juguetes sexuales son un aliado perfecto para ayudar a recuperar el deseo y, de paso, experimentar nuevas sensaciones en el terreno sexual y conectar más íntimamente con tu pareja”. “Incorporar un juguete erótico puede ayudar a romper la monotonía sexual, a que el sexo recupere su magia, su chispa y su morbo gracias a lo inesperado y a las sensaciones más intensas que proporcionan”, añade.

Cómo puede ayudaros la terapia de pareja para recuperar el deseo sexual

Como dice la psicóloga de TherpyChat, “es inevitable que el deseo en la pareja cambie con el paso del tiempo, es normal, pero cuando esta falta de deseo se transforma en algo cotidiano, lejos de esporádicas caídas, es una señal clara de que está desapareciendo la motivación para estar juntos y la pareja está enfrentando problemas de fondo”. ¿Sabes cómo solucionar problemas sexuales en la pareja según una psicóloga especialista?

En un escenario como este, Isabel Aranda recalca la importancia de que ambos miembros de la pareja recurran a un psicólogo de pareja-sexólogo “que les ayude a entender sus expectativas con respecto a la relación y a encontrar el camino para reactivar la química”.

Como explica Aranda, “con la terapia de pareja se ayuda a compartir preocupaciones, sentimientos y necesidades en un espacio seguro para llegar a acuerdos mutuamente satisfactorios”. Además, añade, “ayuda a la mejora de los patrones de comunicación, la prevención de conflictos y la construcción de habilidades para la interacción sexual; y desde un punto de vista sexológico, se centra principalmente en la mejora del desempeño sexual y en los problemas ligados al deseo sexual, la satisfacción personal sexual y la intimidad emocional”.

Como añade la psicóloga de TherapyChat, “las relaciones sexuales son conducta y, como tal, puede aprenderse y entrenarse, por lo que es fácil conseguir un funcionamiento satisfactorio”. “El punto de ruptura son las emociones, sentimientos y pensamientos que estén asociados a ellas y que será necesario cambiar para poder mantener relaciones satisfactorias”, concluye.