"Un trabajo de chica vaga es básicamente un puesto que puedes dejar tranquilamente”, explica la tiktoker especializada en temas laborales Gabrielle Judge en un vídeo. Sus cuentas de TikTok, Instagram y LinkedIn abogan por el equilibrio entre la vida personal y laboral, y es plenamente consciente de que emplear el adjetivo “vaga” tiene connotaciones negativas. Precisamente por eso lo empleó: para entablar conversaciones.

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En otro, otra creadora de contenido asegura que lo único que hace en su jornada laboral es “copiar y pegar los mismos correos electrónicos, atender de 3 a 4 llamadas al día, tomarme un descanso extra largo, tomar más descansos y obtener un buen salario”. Aunque en estos documentos audiovisuales parece que el nombre lazy girl realmente va como anillo al dedo a quienes prefieren un estilo laboral en el que la vagancia supera a la productividad, en realidad, el mensaje que subyace no es otro que el que tras la Gran Renuncia comenzó a reinar entre los trabajadores: que el culto al sobre trabajo tiene los días contados. Los empleados decidieron establecer límites más firmes con los que no hacer de las horas extras una norma y prefirieron poner en marcha aquellas tareas que exigen menos esfuerzo para poder así focalizar la energía en su vida personal.

"El 78 % de los españoles sufre niveles de estrés constantes que afectan a su salud y bienestar"

Uno de los principales problemas de productividad y de salud son las horas extra, y esta tendencia aboga por anteponer el tiempo libre de cada uno por encima de los beneficios de las empresas. Como señala Ana Sánchez de Miguel, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare, el exceso de trabajo y la falta de tiempo para relajarse tienen un impacto negativo en la salud física y mental, haciendo que muchos trabajadores acaben desarrollando cuadros de ansiedad y estrés. “De hecho, actualmente el 78 % de los españoles sufre niveles de estrés constantes que afectan a su salud y bienestar y hasta un 13 % reconoce no saber manejarlos, según el estudio Cigna Well-Being 360, explica.

Por qué ser más "vaga" puede ser bueno para tu salud mental

“Desde la psicología, hay razones importantes para evitar la obsesión con las horas extras y la constante preocupación por el trabajo. Primero, nuestra mente necesita descanso. Al igual que un músculo que ha sido ejercitado intensamente necesita tiempo para recuperarse, nuestra capacidad cognitiva también necesita periodos de desconexión para mantenerse en buen estado. Trabajar sin cesar puede provocar agotamiento mental y estrés, disminuyendo nuestra eficiencia y creatividad. Además, el equilibrio entre trabajo y vida personal es fundamental para nuestro bienestar emocional. Centrar toda nuestra atención y energía en el trabajo puede descuidar otras áreas vitales, como las relaciones personales, los hobbies y el auto cuidado. Estas áreas nos ofrecen satisfacción y apoyos emocionales que el trabajo por sí solo no puede proporcionarnos”, explica el Equipo de Contenido Clínico de Therapyside liderado por Isabel Aranda, psicóloga sanitaria y Chief Content Officer de la compañía. Señalan además que la obsesión con el trabajo también puede conducir a niveles elevados de estrés, que tienen consecuencias negativas para la salud, como trastornos del sueño, problemas cardiovasculares y reducción del sistema inmunológico.

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We Are//Getty Images
Lazy Girl Job

Este movimiento surge como reacción a la corriente de personas que hicieron del workaholismo performativo su forma de vida, presumiendo de tazas con mensajes que aplauden el sobre trabajo y con el hashtag #lovemyjob. Ya no basta con amar tu trabajo (la que firma el texto prefiere tomarse un vino con una amiga que teclear, pero cada una tiene sus preferencias, ¿no?), sino que hay que presumir de ello en las redes sociales, haciendo un siniestro ejercicio en el que tu identidad la construye tu trabajo. Como dice Isabel Aranda, la mentalidad que asocia el constante trabajo con el éxito y el valor personal es limitante.

En realidad, el descanso y la desconexión son esenciales para la creatividad, la innovación y la sostenibilidad a largo plazo en cualquier carrera. Aunque como señalamos al comienzo, quien creó el término usó lazy para llamar la atención, y es consciente de que en realidad no se trata de ser vaga, ¿por qué se piensa tantas veces que quien no quiere trabajar horas extras ni sacrificar el tiempo libre es vago?

"Este nuevo objetivo laboral surge de priorizar la salud mental y la conciliación"

Responde Ana Sánchez de Miguel.“Trabajar menos, tener un buen sueldo y hacerlo desde casa es el ideal de trabajo que persigue ahora la Generación Z. Hemos pasado de buscar ser una girlboss, como en la película Armas de mujer, a querer un lazy girl job. Este conformismo de trabajos más mecánicos o en los que hay menos exigencias puede dar lugar a pensar que es para personas más vagas que no quieren dedicar más tiempo del necesario. Sin embargo, este nuevo objetivo laboral bien entendido surge de priorizar la salud mental y la conciliación con el trabajo, entendiendo el trabajo como un medio, no como un fin”, asegura.

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Olga Rolenko//Getty Images
Qué son los trabajos de vagas

Matiza que, teniendo en cuenta su experiencia interaccionando con profesionales que pertenecen a la Generación Z, les diría que no pierdan de vista que si hay algo que caracteriza a la mayoría de las personas que gozan de éxito laboral es que se esfuerzan en su día a día. “Siendo realistas, si bien las redes sociales a veces muestran lo contrario, no es común encontrar trabajos que paguen grandes sumas por trabajar muy poco, con escasa responsabilidad y en remoto… Al menos, no es sostenible en el tiempo. Ahora bien, esforzarse no significa perder la salud por el camino... Eso ya es historia. En la sociedad actual, normalizamos que el agotamiento sea una parte más de nuestra vida y, por consiguiente, del trabajo. De hecho, el estudio Cigna Well-Being 360 ha reflejado que un 40% de la población española experimenta un agotamiento por encima de lo normal, sintiéndose incapaces de relajarse y recargar energía”, explica a ELLE.

Comenta que el entorno empresarial se va transformando y ya no es ejemplar el empleado que dedica más horas o parece estar más estresado, sino al que alcanza sus objetivos aunque haga su horario a rajatabla. Resalta lo vital que es cuestionar y respetar la diversidad de las circunstancias de estos estereotipos y reconocer que las personas tienen diferentes prioridades y formas de buscar el éxito y la satisfacción en sus vidas laborales y personales. “De esta forma, este nuevo concepto, enmarcado dentro del “movimiento anti trabajo” de esta generación, reivindica intentar buscar empleos que se adapten a un estilo de vida saludable y en equilibrio y cambiar el pensamiento de que somos trabajadores antes que personas”, señala.

Seis de cada 10 trabajadores aseguran estar esforzándose menos en el trabajo, según indica el informe Global Workplace de Gallup de este año. En la encuesta llevada a cabo, la mayor queja de los 120.000 trabajadores preguntados hizo alusión a la cultura laboral de sus lugares de trabajo.

Belén Romero, especialista en Orientación Laboral y Coach, explica por qué hay quienes creen que esta mentalidad carece de ambición y no es positiva para formar una buena carrera. “Muchas veces viene marcado por varios factores culturales y percepciones erróneas. Además de tener una cultura de trabajo arraigada, piensan que alcanzar el éxito se basa en el sacrificio personal y en el trabajo incansable, por lo que las personas trabajan horas y horas pensando que así lo conseguirán todo. Por otro lado nos encontramos con la continua comparación existente con los estándares convencionales. Mucha gente mide el éxito en términos de logros materiales, ascensos rápidos y acumulación de riqueza. Y, por último, están la presión social y las expectativas externas que se puede llegar a recibir para llegar a conformarse con ciertas definiciones de éxito”, dice.

Si un trabajo para vagas es ese en el que tienes un buen sueldo y un equilibrio entre la vida personal y laboral, ¿quién no quiere serlo?