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Muchos de nosotros nos encontramos con este tipo de situaciones: la empresa, o nuestro jefe, toma una decisión con la que no estamos de acuerdo -a nivel estratégico, profesional o incluso ético- y nos toca aceptar, explicar y llevarla a cabo. Es una circunstancia que nos enfada, nos pone nervioso y nos confunde: ¿por qué no me han consultado? ¿Cómo voy a explicárselo al resto? ¿Me están ocultando algo?
A todos nos gusta tomar nuestros propios caminos, pero en el mundo laboral nos vemos a menudo afectados por las decisiones de otros, que no siempre compartimos. Por otro lado, sabemos que, para que las cosas marchen, hay que mantener una actitud positiva. ¿Cómo seguir adelante cuando hemos de apechugar con algo con lo que no estamos de acuerdo?
El principal problema con el que nos encontramos es que, al adoptar esta actitud positiva (en favor del famoso mantra "hay que remar todos en la misma dirección"), acabamos dejando de lado la gestión de nuestras emociones y luego todo eso se convierte en una olla a presión.
Pues bien, para enfrentarnos a esta situación, los expertos de Harvard recomiendan formularnos siete preguntas que sirven para gestionar nuestras reacciones emocionales (ojo, el problema no son las emociones que nos genera esta situación sino las reacciones ante ellas).
Preguntas para asumir una decisión impopular de tu empresa
- ¿Con qué situación concreta no estoy de acuerdo? A veces tendemos a creer saber cuál es el problema que intentamos solucionar sin haberlo definido correctamente. Tómate el tiempo necesario para reflexionar y visualizar la situación, para comprenderla en toda su dimensión y asegurarnos de que estás abordando el problema correcto.
- ¿Cómo me beneficiará a mí y a mi equipo asumir el desacuerdo? Quizás no te despidan, tengas la posibilidad de un ascenso... Esta pregunta te facilita ver el lado bueno de las cosas y cuáles son las ventajas de aceptar una decisión impopular. Piensa también en cómo puede afectar positivamente a tus compañeros o a tu equipo.
- ¿Qué información pueden tener los superiores que yo no tengo? Delicada cuestión, porque puede provocarnos un enfado supino pensando que nos ocultan detalles. Optemos por tener algo de empatía, salir de nuestra burbuja y pensar que han podido tener información con fundamento para tomar esa decisión impopular.
- ¿Cómo se alinean tus objetivos profesionales y la decisión empresarial que no compartes? Cuando ya has salido de la burbujita, es más fácil responder a esta pregunta. A lo mejor tu objetivo es que la empresa no pierda dinero y el de la decisión también; o quizás lo que quieres es que tu producto sea de calidad y la compañía también.
- Si aceptas esta decisión, ¿qué acciones concretas vas a emprender? Una vez que has asumido que no te queda otra que aceptar, puedes trazar tu nuevo plan de acción. Te ayudará haber abordado tus emociones, haberlas redirigido a un sitio más positivo y pensar más allá de tu perspectiva.
- ¿Quién puede ayudarme con mi plan de acción? Necesitarás una persona de confianza con quien contrastar y revisar tus decisiones para reforzarlas. Quizás sea recomendable que sea de fuera del trabajo pero con opiniones que valores y con las que puedas ser sincera: tu mejor amigo, tu pareja, alguien de tu familia...
- ¿Cómo me ha ayudado este proceso a reconciliar mis emociones negativas con mis acciones? Repasa los pasos que has dado y valora la distancia que has puesto entre tus emociones y la situación en cuestión.
Una vez contestadas estas preguntas, ganarás en distancia emocional y estarás en paz con la decisión de tu empresa. Seguirás sin estar de acuerdo, pero entenderás mejor por qué la dirección la ha tomado y quizás estés más preparada a la hora de defenderla ante tus compañeros y de obrar en consecuencia.
Harvard recomienda el uso de este cuestionario "para procesar las emociones difíciles, articular el problema, identificar las posibles ventajas, desarrollar la empatía y visualizar cómo será en realidad la ejecución de una decisión incómoda". Nada garantiza que será un proceso fácil, pero al menos podrás dormir por las noches.
