- La única empresa española que aparece en el listado de las que tratan mejor a los trabajadores en todo el mundo en 2023.
- Esta es la clase social a la que perteneces por el dinero que cobras, según la OCDE.
- Estos serán los dos perfiles profesionales más reclamados en el futuro próximo, según los expertos.
Los datos más recientes son de hace apenas unos días, procedentes de la encuesta del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER sobre la satisfacción laboral en España. Solo un 9% de los españoles teletrabajan todos los días y un 24% mantiene algún tipo de fórmula híbrida. El porcentaje sube hasta el 32% cuando se tiene en cuenta a los trabajadores de entre 27 y 42 años, pero si nos seguimos mirando en Europa, los datos son insuficientes: en Irlanda, la implantación del teletrabajo absoluto es del 25% y en Finlandia, del 23%.
Tras el acertado experimento de la pandemia, en la que muchas empresas aceleraron su digitalización y sus sistemas para que sus trabajadores mantuvieran sus tareas desde sus casas, hubo compañías que se dieron cuenta de que el teletrabajo traía más beneficios que problemas: más productividad, menos absentismo e incluso más horas extras (sí, esto son beneficios para las empresas). Pero otras, presas de un presentismo que ya parece de otro siglo, llamaron a sus trabajadores de vuelta a la oficina sin hacer caso de su opinión.
Para los trabajadores de hoy, la flexibilidad laboral es lo más importante junto con el salario. Los horarios flexibles permiten poner el empleo en su lugar y compatibilizarlo con el ocio, el bienestar físico y mental y pasar tiempo con los seres queridos. Sin embargo, algunos directivos no creen que los trabajadores son tan productivos desde casa; por eso a veces es incómodo plantearlos algún tipo de flexibilidad o trabajo híbrido. Por ello, los expertos de Harvard han aportado cinco estrategias para negociar con confianza y respeto un horario de trabajo híbrido.
1) Entiende el punto de vista de tu empresa
Aunque el trabajo en remoto es una tendencia creciente, también es un concepto joven que genera incertidumbre. Según una encuesta de la Reserva Federal de Nueva York, los directivos piensan que con el teletrabajo se perjudican cuatro áreas: cultura laboral, cohesión y entorno de equipo, comunicación entre los empleados y formación y tutoría. Hay que entender la perspectiva de tu empresa para que el debate sobre el trabajo en remoto sea fructífero. ¿Cómo?
- Intenta averiguar los argumentos de la empresa contra el trabajo híbrido. Saberlos te ayudará a preparar mejor tu estrategia y le hará entender a tu jefe que tienes en cuenta la opinión de la compañía y que estás comprometido con su éxito y crecimiento.
- Te cuidado al formular tus preguntas. Intenta ser proactivo y no resultar agresivo, haz cuestiones menos amenazantes y más centrado en las soluciones. Por ejemplo: "¿qué opinas de mi productividad cuando teletrabajo?". Si el jefe expresa su preocupación, aporta una solución o pídele su impresión sobre como mejorarlo.
- Practica el escuchar y repetir, para que todos los conceptos queden claros. Trabaja fórmulas como "Así que lo que me quieres decir es..." porque, si escuchas atentamente, estarás mejor preparado para sentir empatía y podrá entablar futuras conversaciones con una mente abierta.
2) Define bien tus razones
Es cierto que tardar hora y media en llegar un trabajo es una buena razón, pero piensa en más motivos para aportarle al jefe. Por ejemplo, si hay diferencias horarias con tus interlocutores laborales y has de conectarte a horas intempestivas es mejor hacerlo desde casa. Quizás estás cuidando a un niño pequeño o tienes que prestar atención a un padre con Alzheimer. O igual padeces un problema médico que no estás teniendo en cuenta y que se beneficiaría de pasar unas horas en tu hogar. Sean cuales sean sus motivos, podrían allanar el camino para una prueba a corto plazo mientras defiende un acuerdo de trabajo híbrido a largo plazo.
3) Demuestra que estás capacitado para ello
El jefe seguro que te argumenta cualquiera de las cuatro preocupaciones mencionadas antes: impacto negativo en la cultura laboral, el entorno y las relaciones del equipo, la comunicación y la formación y la tutoría. Prepárate bien para ello, por ejemplo, demostrando que algunos de tus mejores trabajos los has hecho en remoto o especificando de qué manera has estrechado a distancia la relación con tus compañeros.
Tener habilidades de comunicación no solo se demuestra en persona, sino también a distancia: explícale a tu jefe que se te da bien comunicarte por e-mail, WhatsApp, chat de empresa o videollamada. Y no solo que se te da bien, sino que cuando haces reuniones online son mucho más cortas que presenciales, por lo que estás demostrando lo eficiente que eres (y además te queda más tiempo para otras tareas).
Documenta que abordas igual tu cantidad de trabajo en casa que la oficina. Explica cuál es tu estrategia para organizarte e intenta buscar cuáles son los obstáculos para que, presencialmente, no cumplas tus tareas: reuniones extralargas, interrupciones constantes, ruido que no puedes controlar... Documentar tu carga de trabajo de forma proactiva hace que tus proyectos y tú seáis más visibles para tu jefe.
4) Propón un horario lógico y bien pensado
Según Microsoft, el trabajo presencial es más beneficioso en tres momentos: para reforzar la cohesión del equipo, si te acabas de incorporar a un puesto o cuando se pone en marcha un proyecto. Si estás en uno de esos casos, olvídate de la negociación, pero si no es así es el momento de usar la información para proponer un acuerdo de trabajo híbrido.
Según el Centro de Investigación Pew, aproximadamente el 59% de los trabajadores híbridos afirman que trabajan de forma remota tres o más días en una semana normal, mientras que el 41% afirma que trabaja de forma remota dos días o menos a la semana. De martes a jueves son los más comunes días en la oficina, siendo los lunes y el viernes los días más comunes de trabajo desde casa.
Para rebatir el miedo de tu jefe a no poder controlarte cuando estés en casa, sé proactivo y planifica qué es lo que vas a hacer en remoto; comprométete y entrega el trabajo. O explícale que aprovecharás tus días en la oficina aprovecharás para trabajar en equipo, colaborar y crear, y reservar sus días remotos para tareas independientes y para un pensamiento crítico y analítico. Fija plazos y así podrás medir el éxito.
5) Ten confianza (y respeto) a la hora de negociar con tu jefe
Ahora que ya has hecho la preparación, es el momento de abordar la reunión con tu jefe. Intenta que sea presencial, en un momento en el que no esté saturado de trabajo y, si puede ser, en un momento en el que tu trabajo esté siendo elogiado o sepas que está reconocido. Tu petición de trabajo híbrido ha de ser asertiva, reflexiva y respetuosa y prepárate para que el jefe esté a la defensiva: cualquier cambio trae resistencia y, para la mayoría de las empresas, este es un territorio nuevo y desconocido.
Si lo acepta, ¡enhorabuena! Si lo rechaza, conviértelo en una oportunidad de aprendizaje e intenta ver si, en el futuro, habrá una posibilidad (por pequeña que sea). Si lo intentas y te documentas bien, es muy probable que lo acabes consiguiendo. En cualquier caso, una última palabra de ánimo: desarrollar la fuerza para abogar por ti mismo te convertirá en un empleado más fuerte ante los envites laborales.
