Al igual que ocurre con ‘Los Simpsons’, ‘Friends’ es una serie capaz de reflejar muchos de los problemas que han atravesado a toda una generación. Aunque en realidad jamás fue conocida precisamente por ser el adalid del realismo (¿qué camarera puede pagar semejante piso en Nueva York y tener esas maravillosas mechas?), hay un capítulo que sí mostró bien los quebraderos de cabeza económicos a los que muchos se enfrentan cuando su grupo de amigos se mueve en un espectro financiero diferente en el que cenas, escapadas y celebraciones demuestran que sus nóminas no ponen freno a un estilo de vida no alcanzable para algunos. "¿Alguna habéis tenido la sensación de que Chandler y el resto, simplemente, no entienden que no ganamos tanto dinero como ellos?", pregunta el personaje Rachel a Joey y a Phoebe.

“Es complicado mantener la misma cercanía con personas que tienen un nivel de vida tan elevado"

¿Hay forma de mantener una relación de amistad saludable con gente que tiene un ritmo de vida repleto de cenas de postín, viajes y regalos costosos? Responde Paco de Álvaro, doctor en psicología y experto en psicología clínica. “Es complicado mantener la misma cercanía con personas que tienen un nivel de vida tan elevado y distinto al nuestro. Cuando es así, solemos caer en el vicio de compararnos, y eso puede llegar a ser muy frustrante. Normalmente, cuando se produce esta disonancia, las personas suelen romper con su círculo y buscan otro entorno en el que se sienten más cómodos. Al no poder compartir las mismas experiencias, de alguna manera se produce una separación natural por la falta de vivencias en común. Los que te caían tan bien, dejarán de parecerte tan majos”, señala el colaborador del podcast de Bitpanda Contanto el dinero.

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    “Yo creo que puedes juntarte con gente con un nivel económico superior sin problemas, siempre siendo inteligente y adaptándolos a tu terreno. Es cierto que relacionarse con iguales crea menos presión social e incluso podremos ser más afines en cuanto a actividades, gustos o relaciones”, señala Sara Fero, autora de ‘Ahorra y vencerás’. “A tus amigos les tienes que explicar tu situación económica. Si son amigos de verdad, te entienden, comprenden y se adaptarán a tu presupuesto sin problemas. Por otro lado, escogerán actividades a tu medida y propondrán planes que puedas pagar”, añade.

    El dinero como zancadilla

    En más de una ocasión hemos hablado acerca de lo complicado que es hablar de dinero entre amigos, siendo el universo financiero un tabú. Desde despedidas de soltera que se extienden a lo largo de un fin de semana fuera de nuestra ciudad hasta regalos de alta gama, en ocasiones mantener el nivel de vida de nuestro círculo íntimo es ciertamente complicado. Mireya Fernández, Country Lead de Bitpanda en España, asegura que tener ritmos de vida distintos provoca que compartamos menos momentos con algunas personas de nuestro alrededor. “Esto ocurre tanto por situaciones económicas como por situaciones vitales, como por ejemplo, tener hijos. Es la vida y es cierto que resulta sorprendente al pensarlo en frío. Son estas cosas las que hacen que te des cuenta de la grandísima influencia que tiene en tu vida tu situación financiera”, comenta.

    Así afecta la economía a tus emociones

    ¿Cómo puede afectarnos emocionalmente no poder adaptarnos al ritmo de vida de nuestros amigos? “La relación social cuando no es igualitaria la acabas convirtiendo en una comparativa constante que puede traer muchas consecuencias. En algunos casos esta comparativa es consciente y, en otros, no lo es. Otro factor que puede hacer mucho daño son los estereotipos sociales, que muchas veces nos hacen creer que vamos para atrás cuando realmente estamos avanzando, pero a ritmos diferentes. Esto nos hace sentirnos inconformes con nuestra situación”, dice Javier Santacruz, doctor en economía, profesor, asesor financiero y colaborador del podcast Contando el dinero, de Bitpanda.

    "En los casos en los que existe una disparidad de nivel de vida se genera la disonancia"

    Continúa Paco de Álvaro. “En general, las personas solemos tener referentes dentro de nuestro círculo social y tendemos a la comparación constante. Estos modelos nos pueden impulsar a mejorar nuestro estilo de vida o pueden generarnos frustración cuando sentimos que estamos por debajo de ellos. En los casos en los que existe una disparidad entre el nivel de vida de nuestros amigos y el nuestro, se genera algo llamado disonancia, que nos hará sentirnos profundamente incómodos. En la parte consciente, se produce este mecanismo por el sufrimiento de sentir que no llegas a su mismo nivel. En el ámbito inconsciente, puede resultar en que te vayas alejando de tu círculo y busques otro en el que sientas que encajas más o que, incluso, esté un poco por debajo de ti para reconfortarte. Este último es un mecanismo de defensa a través del cual irás desarrollando herramientas que justifiquen el alejamiento o ruptura con tu grupo de amigos habitual”.

    A medida que la brecha de riqueza se amplía, las relaciones comienzan a ceder"

    La brecha de riqueza generalmente se hace evidente entre los 20 y los 30 años, cuando los amigos que en alguna ocasión tuvieron una economía similar comienzan a contar con fortunas diferentes a causa de sus distintos niveles de ingresos. “Los compañeros de la universidad con los que compartiste fideos en sucios pisos compartidos empiezan a frecuentar restaurantes caros con sus colegas y los amigos de la escuela se van de vacaciones lujosas que no puedes permitirte. A medida que la brecha de riqueza se amplía, las relaciones que alguna vez fueron sólidas comienzan a ceder y ceder bajo la presión de todo lo que no se dice. A muchos les resulta más fácil dejar ir la relación que enfrentar la realidad de la situación: que el dinero está afectando sus amistades”, escribe en ‘The Guardian’ Sirin Kale.

    Mireya Fernández, Country Lead de Bitpanda en España, comenta que al ser por naturaleza endogámicos, buscamos relacionarnos con iguales, por lo que cuando nos toca hablar de dinero porque no podemos mantener el ritmo de gastos que nuestra pareja o nuestro círculo social o familiar, nos sentimos fuera de nuestra zona de confort. “Esto es completamente normal. Contar con una buena educación financiera es clave para ser capaz de afrontar estas conversaciones. Asimismo, debemos quitarnos la idea de que daremos lástima y entender que tenemos el deber de comprender y cuidar de nuestra salud financiera, porque nadie más lo hará por nosotros. Cuanto antes mejor. Partiendo de este punto, es simplemente poner en orden nuestras prioridades y explicar que tenemos un límite de gasto en base a nuestros ingresos y que la única forma de seguir evolucionando en la vida es poniendo a trabajar nuestros ahorros para que den un rendimiento. El momento de empezar es ya”, dice para terminar.