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Si eres un amante de la gastronomía italiana seguramente ya conozcas a sus dos hermanos. El grupo Big Mamma se catapultó a la fama con la creación de Belmondo (sí, el de la pasta con trufa que no dejas de ver por redes sociales) y Villa Capri, la trattoria italiana que parece recién sacada de una película de Sorrentino. Ahora, llega a Madrid otro heredero de éxito: Circolo Popolare, el nuevo italiano en el que conseguir mesa es casi misión imposible y la atmósfera está a la altura de la 'dolce vita' con la que todos hemos fantaseado.
Esta nueva apertura en pleno corazón de la Torre Picasso mantiene la esencia culinaria de sus antecesores, trabajando con más de 170 proveedores italianos para garantizar la autenticidad y la frescura de todas las recetas.
Destaca la torre de tres entrantes, la famosa rueda de carbonara (legado de Belmondo) y las pizzas, especialmente la de pistacho y mortadela. Y, como no podía ser de otra forma en esto de vivir la dulce vida que nos prometieron, el postre es otro de los protagonistas de la carta. Los gelatos artesanales, la tarta de queso y el tiramisú (clásico o de pistacho, hay para todos) ya se han hecho un hueco entre los favoritos de los clientes. Chef kiss.
Circolo Popolare rinde homenaje a la energía vibrante, acogedora y ecléctica de la Italia más auténtica. En su interior todo el mundo es bienvenido: desde parejas en busca de una cena íntima hasta grandes grupos de amigos cuya quedada comienza con aperitivos y termina con originales cocktails XXL. Mención especial a la Sangria Perche Ti amo, su versión personal de la sangría alla italiana con lambrusco, perfecta para compartir entre 5 o 6 personas.
Para satisfacer los deseos de todos los visitantes, el espacio de 760m2 está dividido en diferentes ambientes: dos plantas llenas de encanto y detalles especiales de marcada estética retrofuturista, además de una colorida terraza. Muebles inspirados en Saarinen, obras de arte de Olivetti, revistas Domus de los 50 y más de 2.000 botellas adornan las paredes y el techo, en una combinación perfecta entre lo vintage y lo salvaje, encarnado por la tela de leopardo que cubre suelos, sillas y banquetas.
Más que un restaurante, una experiencia que comienza en la puerta y termina en el estómago. Y, dada la buena reputación de toda la familia Big Mamma, esta aventura va a dar mucho de qué hablar.
