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Quizás llevas mucho tiempo incorporada al trabajo, centrada al máximo en tus tareas y con el verano como un recuerdo lejano, pero si eres de las que las vacaciones las llevas sincronizada con la vuelta al cole de los niños, está claro que estás recién incorporada (como es mi caso).
Para muchas personas, la vuelta al trabajo es la 'bajona' absoluta. Regresar a los madrugones, a las reuniones, a las oficinas con ambiente tóxico, a los jefes que no siempre comprenden nuestro punto de vista... es muy difícil después de haber pasado 15, 20 días o un mes fuera de esa realidad, en la playa, en la montaña o haciendo turismo cultural. Y si a eso juntamos que, en menos de una semana, hemos pasado de una ola de calor a fuertes lluvias y temperaturas de otoño, es ya definitivamente devastador.
Esa sensación de 'realidad deprimente' ha sido bautizada por los expertos como 'síndrome post-vacacional', que se caracteriza por la baja concentración y la dificultad para ser productivo. Uno vuelve recuperado y con las pilas cargadas, pero la sensación de nostalgia produce esta caída anímica.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, los jefes no dan tregua y no nos dejan semanas para que 'aterricemos', sino que en pocos días nos piden ya estar al 100%. ¿Pero cómo hacerlo si estoy triste, desmotivado y solo pienso en lo bien que me lo he pasado en la playa? Miguel Navarro, CEO de Productividad Feroz, escuela online para la mejora de hábitos y productividad, ofrece estos 10 consejos para que optimizar las nuevas jornadas laborales.
1) Ponte en marcha
Aprovecha esta nueva etapa para empezar lo que este verano hemos descuidado: haz ejercicio, retoma la alimentación saludable, vuelve con tu afición preferida. No entiendas el mes de septiembre como el de la 'vuelta al cole', sino como un año nuevo en el que marcarse nuevos objetivos tras la procrastinación del verano y de la relajación.
2) Hazte preguntas
Cuestiónate: ¿por qué tienes que volver al trabajo? ¿Qué objetivos tienes para sacar la máxima fuerza y ser productivos? Plantéate qué es lo que te motiva a trabajar, que puede ser un nuevo proyecto, el ascenso que persigues, el salario de fin de mes o las próximas vacaciones.
3) Un compromiso de 5 minutos
Si te da pereza empezar una tarea del trabajo, una tarea doméstica como planchar o cocinar o una rutina de ejercicio, piensa en comprometerte a hacerlo durante solo 5 minutos; verás cómo es más fácil de seguir. Una vez transcurridos esos primeros 5 minutos tendrás ganas de continuar con la tarea.
4) Estructura en fases
Cuando veas que la carga de trabajo te bloquea, para durante unos minutos (10 o 15) para pensar, estructura un plan y a continuación pon en marcha la segunda fase y aplica todos tus pensamientos al trabajo, de esta forma puedes sacar tiempo para todo en lugar de simplemente perderlo.
5) Elimina acciones y hábitos innecesarios
Quizás en tu trabajo tienes costumbres que te están restando tiempo de productividad: ¿pasas demasiado tiempo en el mail? ¿Actualizas los programas demasiado a menudo? Es necesario eliminar todas aquellas acciones que no nos aportan nada para centrarnos en lo absolutamente prioritario, de esta forma rendiremos mejor en el trabajo.
6) Ten clara una visión
No hay nada peor cuando se vuelve de vacaciones que no tener una estrategia y un objetivo profesional que nos motive a reemprender el trabajo. Tenemos que enfocarnos en la visión y objetivo que queremos cumplir con nuestra vida profesional, de esta forma será mucho más fácil centrarse en esos objetivos a corto plazo que hay que cumplir para poder alcanzar aquellos que se darán a mayor plazo.
7) Protege tu tiempo
A muchos nos pasa: utilizamos parte de la jornada laboral en solventar los problemas de los demás y luego nos quedamos sin horas para hacer nuestras tareas. Es generoso, pero no es productivo. Durante las primeras semanas de trabajo es necesario aterrizar, y primero cumplir los objetivos propios antes de enfocarnos en ayudar a los demás.
8) Desconecta
A la vuelta de las vacaciones, las tareas se acumulan, pero si nos ponemos 'como pollo sin cabeza' a hacerlas, solo vamos a conseguir acabar agotados y desmotivados; además no seremos productivos. Planea tu jornada laboral con algún descanso que te distraiga y descanse la mente durante unos minutos, para retomar las tareas con más ganas.
9) Cambia tu lenguaje
En vez de pensar y verbalizar lo 'rollo' que es tu trabajo, intenta cambiar tu lenguaje laboral para desprender más optimismo. Por ejemplo, cambia el “tengo que” por “quiero”: "quiero terminar esta tarea dentro de una hora". Es imprescindible cuidar los pensamientos que dirigimos a nosotros mismos.
10) Planifica
Obvio, pero no está de más recordarlo. Si revisamos con antelación las prioridades y las organizamos de forma racional, será mucho más fácil cumplir con los objetivos a corto plazo, aunque en ocasiones nos invadan sentimientos de tristeza por la vuelta al trabajo. La organización es clave para la vuelta a la rutina.
